Pablo
Pérez
No
son tiempos de intereses personales o de perder el foco en esta
titánica labor de acompañar a un pueblo necesitado de un cambio
profundo. Es el momento de unir esfuerzos, discutir ideas y poner en
marcha toda una estrategia que permita cristalizar, más allá del
#MaduroVeteYa, una sustitución total del modelo que nos trajo hasta
esta crisis.
Construir
y conservar la Unidad no ha sido una tarea sencilla. De cara al 6D
dimos una clara demostración de lo que puede hacer toda una
coalición ciudadana en la cual se maneje un mismo mensaje: cambio.
Tenemos que volver a ese escenario. Si no lo hacemos más allá de
facilitar al Gobierno su permanencia en el poder, estaremos
defraudando a todos los venezolanos que han depositado su confianza
en nosotros.
Pero
igualmente estaríamos facilitando al régimen la destrucción total
de Venezuela. Está suficientemente claro que en manos de este
Gobierno no sólo es imposible superar la crisis, sino que el país
se encaminaría a convertirse en un Estado fallido donde la
ingobernabilidad imperaría y la anarquía sería la dueña de la
nación.
Yo
no quiero eso para Venezuela. No quiero eso para mis hijos. No
podemos permitir que el futuro de nuestra patria esté atado a una
secta de ambiciosos que sólo desean mantenerse en el poder, sin
importar que cumplir con su meta implique la destrucción de todo un
país.
Por
eso comparto la preocupación de Henrique Capriles sobre la necesidad
que la Mesa de la Unidad Democrática se active con fuerza para
obligar al Consejo Nacional Electoral a que convoque el referendo
revocatorio. Sin presión de calle no vamos a evitar que el CNE le
siga dando largas al tema.
La
MUD debe trazar una estrategia que no sólo permita concretar el
revocatorio y colocar una fecha que, al igual que el 6D, funcione
como la luz que necesitan los venezolanos que transitan por un túnel
oscuro llamado crisis, sino que debe prepararse para cualquier otro
escenario que el Gobierno active para perturbar el cambio.
Unifiquemos
los esfuerzos que hasta ahora han surgido y salgamos a exigir lo que
es constitucionalmente un derecho. El revocatorio no es una concesión
del CNE, sino una obligación que debe cumplir el ente electoral.
Venezuela necesita un cambio urgente, porque el barranco de la
anarquía puede estar más cerca de lo que muchos piensan.
@PabloPerezOf
No hay comentarios:
Publicar un comentario