Pablo Pérez
Este año nos dejó emociones encontradas, elecciones, discursos, retórica, más
división y una crisis económica en plena efervescencia. Pero nada nos deja sobre el
diálogo necesario para superar la crisis. Fue otro año perdido en esta materia. Y sin
diálogo los problemas de 2013, se profundizarán en el 2014.