Foto Archivo
Pablo Pérez
La democracia es
participación, consulta, diálogo y consenso. Sin esos elementos no hay
democracia. Sin esas acciones no hay partidos políticos con esencia
verdaderamente democrática. Cuando las organizaciones se apartan de esos
principios, se convierten en franquicias.
Un Nuevo Tiempo se prepara
para este domingo 14 de julio elegir a sus candidatos a concejales mediante
unas primarias. Excelente decisión la de consultar a los dirigentes y afectos a
nuestro partido, siempre y cuando de ese proceso salga fortalecida la unidad
interna.
De nuevo UNT como parte de
la Unidad Democrática es un ejemplo de consulta y participación. No
designaremos a nuestros candidatos a dedo o por imposiciones, sino a través de
una elección. Aspiro que esta jornada esté revestida de civismo y
participación, pero además blindada para evitar cualquier cuestionamiento que
la empañe.
Sin embargo, como casi todo
en el país, la consulta interna no ha estado exenta de polémicas y acusaciones.
Si somos objetivos esas diferencias son parte de la diversidad que es vital en
una democracia. Sin pluralidad no puede funcionar un verdadero sistema de
libertades.
Leo y escucho los
planteamientos de dirigentes de UNT que hacen reclamos y denuncias. Todos deben
ser escuchados. No hay ningún proceso electoral perfecto. Siempre habrá
desacuerdos los cuales, insisto, son parte de la dinámica normal dentro de un
partido político. Lo anormal es no abrir los canales de diálogo.
Lo trascendente es que de
estas primarias emerja un partido fortalecido, unido y preparado para afrontar
la verdadera batalla que será el 8-D contra el PSUV. Una lucha muy desigual,
pero que debemos asumir con el compromiso que es un paso más en el rescate de
la democracia.
Si esta consulta interna deja
heridas, acudiremos a una campaña electoral con mayores desventajas. Cada
candidato, dirigente y especialmente las autoridades de Un Nuevo Tiempo deben
entender algo: con divisiones, odios, venganzas y exclusiones vamos rumbo al
fracaso.
Aspiro que el lunes 15 los
ganadores entiendan el enorme compromiso que tienen con la democracia. Y que
los no ganadores se incorporen a una lucha que va más allá del interés de
algunas personas o grupos. Se trata de Venezuela y del sistema de libertades
que hemos disfrutado a pesar de todas sus fallas.
Unidos seremos capaces de
mantener los espacios que tenemos, pero también fortalecidos en una sola causa
lograremos rescatar municipios para la tolerancia, la paz y el trabajo conjunto
sin sectarismo, porque respetándonos todos podemos lograr las soluciones a los
problemas de los ciudadanos. Sin unión, sólo nos espera el fracaso y eso
Venezuela no lo perdonará.
La batalla no sólo es por
ganar de nuevo Maracaibo, sino también para rescatar algunos municipios, como
San Francisco, buscando que sean espacios de la democracia, entre muchos otros.
Tenemos excelentes candidatos y altísimas oportunidades de repetir la victoria
del 14-A. El país nos reclama unidad.
Los zulianos aspiran que
UNT, junto al resto de los partidos de la coalición democrática, enarbolemos la
bandera de la unidad. Repito, sin unidad no habrá posibilidades. Vamos todos a
la consulta interna con la conciencia de lo que está en juego.
Si somos capaces de salir
fortalecidos, lograremos conectar emocionalmente con los electores y que estos
acudan a votar el 8 de diciembre. Si los venezolanos que aman la democracia
votan, no habrá maniobra que pueda torcer esa voluntad. No dilapidemos esta
oportunidad de seguir avanzando contra el autoritarismo, la hegemonía y la exclusión.
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