Pablo Pérez
Definitivamente
no dan pie con bola. Un mes ha pasado desde que anunciaron con bombos y
platillos el combate contra el “bachaqueo” en el Zulia, y los resultados
parecen una fotografía tomada en aquel momento, pues seguimos sin encontrar
alimentos en los supermercados, continúan las interminables colas en las
afueras de los establecimientos y los “bachaqueros” se mantienen en la cacería
de los productos regulados.
Definitivamente no dan pie con bola. Un mes ha pasado
desde que anunciaron con bombos y platillos el combate contra el “bachaqueo” en
el Zulia, y los resultados parecen una fotografía tomada en aquel momento, pues
seguimos sin encontrar alimentos en los supermercados, continúan las
interminables colas en las afueras de los establecimientos y los “bachaqueros”
se mantienen en la cacería de los productos regulados.
¿Cuántos anuncios fallidos tiene este Gobierno? Saque la
cuenta usted mismo y verá que no han cumplido ninguna de sus ofertas
electorales, ni mucho menos sus promesas de gestión.
Tras el fracaso, la “parada de burro” y el “regaño
público y notorio” que le dieron a aquella medida absurda de implantar un chip
de racionamiento alimentario; los planes de combate contra el “bachaqueo”, sólo
han quedado en anuncios, titulares de prensa y publicidad engañosa, sino, los
invito a pasar por un supermercado donde haya harina PAN, azúcar, margarina,
pollo o cualquier alimento de la cesta básica que forman parte de la lista de
escasez: se dará cuenta que el problema ha empeorado.
Hace unos días denuncié que esto del “bachaqueo” es
un negocio rentable para las mafias que
han hecho su agosto con el contrabando de los alimentos, pues a cada
“bachaquero” le pagan 150 bolívares diarios, dinero que es recuperado con una
buena ganancia al vender sólo un paquete de harina PAN en Colombia, por
ejemplo.
¿Quiénes están detrás de este negocio? El Gobierno sabe
quiénes son, pero no hace nada. El pendejo es quien sigue pagando los platos
rotos de la falta de autoridad y eficiencia.
La situación pareciera empeorar porque resulta que ahora
estas personas al entrar a los supermercados luego de estar seis y hasta ocho
horas en una cola pasando hambre, sed y calor; se dedican a destapar refrescos,
abrir paquetes de galleta o todo cuanto se les ocurra, para consumirlo sin
cancelarlos.
A esto se le suma lo degradante que resulta que marquen a
las personas como si fueran unas reses; esto ha sido la constante denuncia en
los medios de comunicación. Repito, sigue pagando el pendejo, ese que nada
tiene que ver con el ilícito negocio.
De qué sirve que digan que han descubierto personas que
compran con dos o tres cédulas de identidad; de qué sirve que digan que han
detectado empresas fantasmas que compran grandes cantidades de alimentos, de
qué sirven que anuncien que los empleados de los supermercados comprarán en
determinados días; de qué sirve que nos digan lo que todos sabemos; y no nos
digan que tomarán cartas en el asunto. Puro cuento y melodía.
Veamos la otra parte del problema, pues este contrabando
es más evidente ahora porque la producción nacional está en niveles
preocupantes. El Gobierno sigue sin una verdadera política de incentivo para la
producción nacional. La escasez de alimentos que hay en el país no la
resolverán uno o dos empresarios, tampoco la importación a medias.
La ausencia de una verdadera política de combate contra
el “bachaqueo” es evidente, y repito: dese una vuelta por los supermercados
donde hayan productos regulados para que vean las colas en sus adyacencias.
Como dicen en Derecho: a confesión de partes, relevo de pruebas.
Sigue el “bachaqueo”, aumenta la escasez y baja la
producción nacional. Mientras esta ecuación macabra afecta la calidad de vida
de los venezolanos, el Gobierno sigue pensando en el Mercosur.
Deberían dedicarse a resolver los problemas de grandes
magnitudes que afectan al país y luego pensar en el Mercosur, Unasur y cuánto
convenio han firmado en estos años. Además de petróleo, lo único que exporta
esta gestión es una maltrecha chequera que ya no alcanza para los sueños de
liderazgo internacional. Sigan pensando en “pajaritos” preñados.
tiene razon en todo lo que dice, solo espero que el gobierno haga algo y no hable tanto
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