Pablo
Pérez
La
necesidad de cambio es clara y la respalda una abrumadora mayoría en
las calles del país. Hay cansancio del Gobierno. Hay desconfianza
total hacia Maduro. No hay esperanza que el actual modelo político y
económico saque a Venezuela de la grave crisis que nos tiene al
borde de un peligroso abismo.
Las
mismas encuestas que arrojan resultados devastadores para el
Gobierno, indican claramente que la Unidad esta cada día más
fortalecida como la única opción constitucional y democrática que
permitiría construir un cambio. La Unidad recoge la esperanza de un
pueblo que quiere futuro.
Pero
construir el cambio tiene serias dificultades las cuales nunca hemos
pretendido ocultar. Esas dificultades no se refieren a las normales
diferencias internas dentro de la MUD que ya han sido superadas, sino
a todo el andamiaje jurídico, político y violento creado por el
régimen para perpetuarse en el poder.
El
6D demostramos que ese andamiaje es vulnerable cuando un pueblo se
une en torno a una misma causa: el cambio. De nada valieron todas las
jugadas y trampas montadas por el Gobierno. De nada sirvió querer
sembrar miedo, dudas y desmotivación.
Hoy
más que nunca es clara la voluntad de cambiar. Y ese anhelo
colectivo del bravo pueblo venezolano tenemos que encauzarlo a través
de la Unidad. El reto de quienes integramos la Mesa de la Unidad
Democrática es enorme, pero el rescate de Venezuela y la superación
de la crisis hacen que valga la pena cualquier sacrificio.
Cualquiera
sea la decisión de la Unidad sobre el camino a seguir: revocatorio,
enmienda constitucional o presión de calle para forzar la renuncia
de Maduro; ésta debe contar con todo el respaldo de las fuerzas
democráticas y sobre todo de un pueblo que aún tiene la esperanza
de salir de esta pesadilla.
Yo
en lo personal me inclino por el referendo revocatorio como la vía
para apuntalar el cambio, pero apoyaré cualquier decisión que tome
la MUD. Mi única postura que no puedo, ni nunca modificaré es la
aspiración de cambio.
Una
vez la MUD tome la decisión, todos debemos sumarnos a la lucha por
cambiar el modelo a fondo. No se trata sólo de cambiar nombres, sino
de refundar la República. Pero eso depende de todos y no sólo de
los partidos y sus dirigentes ¿Quieres un cambio en Venezuela?
Súmate a la lucha.
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