Pablo Pérez
En estos tiempos de crisis y agitación social,
es difícil apartarse de los temas cotidianos y conflictivos para dedicar estas
reflexiones a otros asuntos. Hoy no quiero hablar de inseguridad y escasez, por
ejemplo, sino de la lamentable desaparición de un venezolano ejemplar: Ramón
José Velásquez.
Soy uno de los tantos venezolanos que tuvieron
el placer de conocerlo. Mucho se ha dicho del gran historiador, destacado
abogado, mejor político y hábil periodista, pero hay algo que lo caracteriza
mejor: su honestidad y sentido de lucha por alcanzar la Venezuela que muchas
veces imaginó.
Este hombre dedicó su larga y fructífera vida a
trabajar incansablemente por Venezuela. Lo hizo desde su rol como historiador
reconstruyendo para las futuras generaciones los episodios poco conocidos de
nuestra historia. Sus obras más reconocidas son “La caída del liberalismo
amarillo” y “Confidencias imaginarias de Juan Vicente Gómez”.
Su perfil de periodista lo heredó de su padre,
Ramón Velásquez Ordóñez, quien además de comunicador fue corrector de pruebas
en un periódico. Sus habilidades periodísticas se pasearon por las redacciones
de los diarios El Nacional, Ultimas Noticias y El Mundo.
Como político defendió la libertad porque probó
la triste y amarga estancia en una cárcel de la dictadura de Marcos Pérez
Jiménez. Fue parlamentario, ministro y le tocó la dura labor de ocupar la
Presidencia de la República en momentos complicados por el enjuiciamiento a
Carlos Andrés Pérez. Fue el escogido para liderar a la nación en el marco de
una grave crisis política.
Creía en la necesidad de apuntalar una
democracia moderna que lograra satisfacer las necesidades de los ciudadanos y
por eso promovió la descentralización como mecanismo para acercar al pueblo la
gestión de nuestros gobernantes.
Ramón José Velásquez supo representar a ese
venezolano que desde la provincia, estado Táchira, pudo convertirse en una
referencia de inteligencia, humildad y sobre todo honestidad.
Venezuela necesita muchos hombres como Ramón
José Velásquez. Gente que crea en el trabajo colectivo, la democracia, la
libertad y el progreso. Sobre todo en estos tiempos de soberbia,
imposiciones y atraso en el pensamiento político de quienes pretenden gobernar
por los siglos de los siglos.
Venezuela perdió a un ciudadano ejemplar, pero
ganó en su obra, acciones y pensamientos. Lamentablemente tuvo que dejar a
Venezuela en medio de tiempos de oscuridad, ineficiencia y centralismo. El, es
de esos venezolanos de los cuales hay que aprender mucho, sobre todo cuando se
trata de la lucha contra un régimen que cada vez se aleja más de la libertad y
la democracia.
@PabloPerezOf
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