miércoles, 30 de julio de 2014

El Zulia: víctima de una oferta engañosa



Pablo Pérez

El Zulia está en una situación calamitosa por donde se le mire. No es que tengamos que ser distintos a lo que ocurre en el país, pero en nuestra región se perdieron los logros que acumulamos durante 12 años de gobierno de la democracia social. Aquí no hay una gestión. Sólo se ven los resultados de la oferta engañosa que se convirtió en una especie de plaga que agobia a los zulianos.

Durante más de una década, todos los que formamos parte de la democracia social trabajamos sin descanso para que en el Zulia la situación fuera distinta. No es casual que la mayor parte de los visitantes percibieran que aquí se vivía una situación distinta al resto del país. Hoy estamos mal, muy mal.

Por supuesto que había problemas, pero había un gobierno dedicado a solventarlos. Hoy todo lo alcanzado  se ha perdido. Todo lo que tocan lo destruyen. A veces lo hacen como consecuencia de su inmensa ineficacia. En otras ocasiones el resultado de la maldad con la cual siempre han tratado al Zulia.

Los hospitales no son ni la sombra de lo que dejamos. Tanto que hablaron sobre el nuevo modelo de gestión en el área de la salud y ahora los centros asistenciales dan vergüenza. No hay medicamentos e insumos, Regresamos a los tiempos en los cuales el paciente debía llevarlo todo.

La infraestructura de salud está en el suelo. No hay mantenimiento, no hay renovación, no hay construcción de áreas y servicios nuevos. Hasta las sillas de ruedas sirven de camas. Dejamos cientos de ambulatorios recuperados y hoy muchos están cerrados o trabajando a mitad de su capacidad.

En la educación la cosa no está mejor. En cuatro años inauguramos más de 70 escuelas, incluyendo el gran liceo en la zona oeste de Maracaibo ¿Cuántas han inaugurado de verdad en estos meses de oferta engañosa? Se han limitado a pintar. Del azul, ahora son rojas. No hay nada más.

¿Cuántas veces prometieron y juraron que no acabarían con el programa de becas Jesús Enrique Lossada? No sólo despojaron a centenares de jóvenes de sus becas por razones políticas, sino que prometieron un nuevo sorteo y nunca lo hicieron. Muchos son los muchachos que se me acercan para comentarme que acabaron con las becas. La oferta engañosa no cree en la educación, sino en la sumisión. No comulgan con el pensamiento libre y crítico, sino con el pensamiento único.

En infraestructura no tienen  nada que mostrar. La vialidad urbana la abandonaron y la extraurbana la hacen ver como obra de ellos, cuando se trata verdaderamente de una inversión del gobierno nacional. Quisieron vender como una gran obra la II etapa del Paseo del Lago y eso es un peladero que ningún beneficio les trae a los marabinos.

Prometieron que la seguridad reinaría en las calles, pero sólo hay seguridad en la casa de los enchufados que gozan de una gran cantidad de escoltas, Hasta zonas, como Isla de Toas, que eran de poca criminalidad hoy son territorios donde se cometen crímenes atroces.

¿Quieren más? Para redondear las siete o más plagas que le cayeron al Zulia, no hay alimentos y hasta para cargar combustible hay que hacer largas colas. Igualmente, los apagones y variaciones en el servicio eléctrico son casi que “normales” para el pueblo. Y ahora para completar la tragedia que vivimos no hay agua.

Ni siquiera han sido capaces de atacar la grave sequía que amenaza con dejar sin una gota de agua a Maracaibo y cinco municipios más, No son capaces ni siquiera de hablarle al ciudadano con la verdad. De verdad que el Zulia vive su peor momento en los últimos 30 años. No hay gobierno. Sólo hay un engaño generalizado disfrazado de gestión.


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