Pablo Pérez
El gobierno nacional está quebrado. No tiene
dinero suficiente para mantener el acostumbrado festín populista y por eso hace
malabares para encontrar los recursos que les permitan mantener su estilo de
¿gobernar? con alta ineficiencia, amplio derroche y sin resultados positivos.
Ante la grave falta de liquidez han venido
aplicando algunas medidas esporádicas, pero tiene ya listas un conjunto de
decisiones que implican un severo “paquete de ajustes” que, como es normal en
los malos gobiernos, terminará trasladando al pueblo la pesada carga de
impuestos, aumento de bienes e incrementos en los servicios.
¿Tiene el pueblo venezolano la culpa de tanta
ineficacia junta en el gobierno nacional? ¿Tienen los venezolanos la
responsabilidad de 15 años de dispendio y políticas equivocadas? ¿Por qué los
ciudadanos deben “auxiliar” financieramente a un gobierno que acabó con la
chequera petrolera?
Una de las medidas que serán tomadas es el
aumento en los precios de los combustibles. Una decisión altamente
inflacionaria, según el juicio de los economistas más lúcidos, que por supuesto
generará mayor pérdida del poder adquisitivo y una espiral de incrementos en
los precios que la mayor parte de los venezolanos no podrán costear.
¿Se justifica un aumento de la gasolina? Si
fuéramos un país con una administración sana y transparente, probablemente se
justificaría. Pero con la opacidad y el derroche que este gobierno maneja los
dineros que nos pertenecen a todos los venezolanos, no es tolerable.
Esa es una medida que no se comprende tomando en
cuenta que este gobierno a través de múltiples mecanismos de supuesta
“cooperación”, ha venido vendiendo petróleo con enormes descuentos y plazos de
pago sumamente extensos. Pero además acepta productos, ropita y hasta baratijas
como medio de “trueque”. Cuba nos paga con espías, médicos y entrenadores.
Nicaragua nos canjea petróleo por leche, carne,
café y textiles. Otras naciones caribeñas nos entregan caraotas, “habichuelas”
y hasta cupos turísticos a cambio del petróleo que les facilitamos. Ser
solidarios con las naciones hermanas no es malo, lo malo es que las
consecuencias de esa repartición folklórica de nuestra riqueza deban pagarla
los venezolanos.
Este es un gobierno que no rinde cuentas, que
carece de una visión de país productor, que promueve las importaciones masivas
y que pretenden justificar su apoyo irrestricto para la solución de
problemas en otros país, cobijados en una aparente solidaridad e integración
latinoamericana. Por ejemplo, mientras aquí los apagones están cada vez peor y
entró en vigencia un ajuste de las tarifas eléctricas, construyeron costosas
plantas para darle electricidad a Cuba, Nicaragua y Bolivia.
Un aumento de los precios de los combustibles,
tendrá un impacto severo e incalculable en los bolsillos, la calidad de vida y
la paciencia de los venezolanos. Este es un gobierno que no merece un voto de
confianza y aceptar plácidamente que no sólo aumente la gasolina, sino que
eleve los impuestos y reactive tributos que van a golpear el bolsillo de los
venezolanos.
A todos los males que afectan al ciudadano como
inseguridad y escasez, entre muchos, ahora habrá que sumarle el peso de un
paquete de ajustes. Insisto con mi pregunta ¿Por qué los venezolanos deben
cubrir el hueco fiscal de un gobierno dispendioso, dilapidador y nada
transparente en el manejo del Tesoro nacional? Hasta cuándo mienten. Hasta
cuándo el pueblo se calará tantas mentiras.
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