Pablo Pérez
La crisis
que vive el país es demasiado profunda y no sólo tiene que ver con la escasez
general, la elevada inseguridad y la angustiante inflación. Si tomamos como
indicador el estado de postración de los programas sociales, nos daremos cuenta
que el colapso venezolano es general.
Hicimos un esfuerzo
enorme producto del maltrato presupuestario del que fue objeto el Zulia durante
varios años. A pesar de contar con muchos menos recursos que la gestión actual,
siempre tuvimos como meta mantener abierto cada uno de los comedores.
Pero el
empeño no sólo era en mantenerlos abiertos, sino que el trabajo estaba dirigido
también a ofrecer una alimentación balanceada y de calidad. Nuestros niños
recibían lo mejor, repito, a pesar que nunca tuvimos los recursos suficientes
para satisfacer todas las necesidades de los zulianos.
Hoy la
situación del programa alimentario escolar es deprimente. No se entregan
alimentos suficientes y mucho menos de calidad. A los escolares se les sirve
mortadela o comida en mal estado.Pero además se han cerrado más de 150
comedores, como reseñan varios medios de comunicación de la región ¿Quién
pierde con esos desaciertos? Los niños.
Fui testigo
como Gobernador del estado, como muchos infantes en las zonas más empobrecidas
dependían de los comedores escolares para alimentarse, porque en sus hogares la
situación económica era tan terrible, que sus padres no tenían como darles una
alimentación idónea.
Con esos 150
comedores cerrados, miles de niños ahora no cuentan con esa alimentación y si
le sumamos que producto de la voraz crisis en sus hogares ahora hay menos
probabilidades de alimentarlos adecuadamente, tenemos una situación dantesca.
Se entiende
que la escasez es aguda, pero cómo un gobierno que tiene acceso a las masivas
compras de alimentos del gobierno nacional puede dejar que los comedores mueran,
porque son incapaces de surtirlos con los insumos que permitan alimentar a
miles de niños zulianos.
Esta es
otra demostración que para quienes siguen este modelo socialista fracasado, la
alimentación de los niños en las escuelas no es una prioridad. La verdadera
prioridad para ellos es mantener el poder al costo que sea y por eso sólo le
prestan atención a la política.
No están
atendiendo los programas sociales que dejamos en marcha con mucho éxito. A dichos
beneficios para el pueblo los están dejando morir de mengua. No hay gestión a
favor de los niños. Son un fracaso evidente. El Gobierno regional no tiene
ninguna obra que mostrar.
@PabloPerezOF
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