Este es el segundo artículo que escribo muy preocupado; pues
los días siguen pasando, las horas no se detienen y la situación del país se
complica cada vez más y no vemos la más mínima voluntad de cambiar. Lo más grave
cuando se es gobernante es no escuchar, es creerse que se va por el camino del
bien, creerse que uno se las sabe todas más una.
El Gobierno nacional tiene una papa caliente en sus manos pues cuando se suman tres ítems importantes como el desabastecimiento, alto costo de la vida y desempleo estos arrojan un resultado más grande que la inseguridad, que por cierto sigue siendo el primer problema del país.
La grave situación económica que sacude al país, ya está
permeando a lo social y vemos como el malestar sigue en una espiral creciente.
La gente está molesta. A la tradicional molestia por la inseguridad se suma el
enojo por la escasez, por las colas a las cuales condenan al ciudadano y a la
falta de autoridad.
La ausencia de autoridad es más preocupante aún, porque
pareciera que no hay Gobierno y que no hay ninguna intención de poner orden en
un país que sobrevive en medio de la anarquía y el caos. Y esa percepción
popular, sustentada en la dura realidad, en el Zulia se eleva a niveles
insospechados.
En el Zulia pretenden vivir de anuncios heroicos. Buscan
engañar con supuestas luchas épicas. Y no sólo se han dedicado a desbaratar la
obra que la Democracia Social dejó al servicio de los ciudadanos, sino que
tampoco cumplen con las promesas que ellos vendieron ¿Hay una real autoridad
en el Zulia?
Con lo ocurrido la semana pasada cuando las cooperativas wayúu tomaron la Residencia Oficial del Gobernador en ejercicio del Zulia, exigiendo que los dejaran seguir llevando los productos de la cesta básica a la Guajira venezolana y colombiana, se demuestra que no.
En medio del caos de ese día y después de 12 horas se llegó
a un acuerdo de realizar unas mesas de trabajo, esperamos que los resultados
sean más alimentos para los zulianos, productos en todos los supermercados y
sin colas, si eso no se logra pues seguiremos viajando a otros estados o a la
capital del país a buscar la harina PAN, el arroz o el jabón de baño, aunque me
dicen que ya en Caracas comienzan a registrarse fallas preocupantes y para el
Gobierno, Caracas es un monstruo dormido que no quieren despertar.
La crisis económica que permeó a lo social explota cuando llega a lo político. Cuando las cosas no marchan bien, hasta evitan tomarse fotos con él. En el Zulia por ejemplo la figura de Nicolás no está siendo utilizada por sus candidatos, por el contrario y como para desligarse y desvincularse, hacen uso de una gama de colores distinta a la del partido de Gobierno; suavizan el rojo y quieren hacerse ver como mansas ovejitas o simplemente andan en otro plan distinto.
En los casa por casa que he venido haciendo por los
municipios zulianos, me dicen: Pablo, ya esta situación no se aguanta; Pablo, no
tenemos que comer; Pablo, la escuela que nos reparaste la pintaron de rojo pero
ya no llega el plan de alimentación; Pablo, destruyeron la avenida Los Haticos
que fue modernizada hace un año.
Hoy más que nunca tiene que haber voluntad para cambiar, voluntad
para la apertura, voluntad para sacar el país adelante, brindar bienestar
a todos por igual y evitar tocar fondo, puesto que después que se siente en los
pies la arena del mar difícilmente se vuelve a tomar aire. Si tú tienes esa
voluntad, vota el 8-D.
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