Foto: Cortesía de Noticias 24
Pablo Pérez
No importa que no lo nombre o que lo borre de
su discurso. Menos interesa que prometa cosas que nunca han hecho. No influye que
huya del rojo y hasta del símbolo del PSUV. En Maracaibo no se podrá mimetizar.
Todos saben que él es el candidato de Nicolás Maduro. Que es el candidato del
Gobierno desastroso que padece Venezuela.
Cuando aterrizó en Maracaibo, luego de hacer
toda su vida en Caracas, cometió el error de admitir que Maduro le había
encomendado la misión de ganar la Alcaldía de Maracaibo ¡Craso error! Luego de
ese terrible día, poco menciona a su protector, padrino y mecenas.
Pero resulta que todos en Maracaibo saben,
incluyendo a los rojos, que ante sus pocos méritos para ser candidato a la
segunda Alcaldía en importancia del país, tuvo que cobijarse debajo del manto
“protector”, si es que se puede llamar así, de Nicolás Maduro.
Esa “protección” lo convierte
indefectiblemente en el candidato de Maduro, con todos los males que eso
implica en cualquier parte del país y sobre todo en Maracaibo que es una de las
ciudades más castigadas por el pésimo Gobierno nacional actual. Ni que se ponga
el traje de oveja más real, podrá escabullirse de esa realidad.
El importado es el candidato de la severa
escasez de alimentos que es causada por una reducción significativa de la
producción nacional y que es la consecuencia de muchos años de políticas
económicas erradas que han quebrado el aparato productivo nacional.
Por eso el candidato de Maduro es corresponsable
que los ciudadanos tengan que pasar largas colas o hacer interminables tour por
los supermercados en busca de los productos de la cesta básica ¿Lo han
escuchado hablar de la escasez? Por algo no lo hace.
Es el apadrinado de aquel que mantiene a
oscuras a buena parte del país, que ha protegido el despilfarro del dinero
destinado a las inversiones en el sector eléctrico y que le echa la culpa a las
iguanas o al imperio por el racionamiento ¿Han escuchado al candidato de Maduro
hablar de la crisis eléctrica? Para nada se mete en ese tema.
El ahijado de Maduro tampoco habla de la
inseguridad que golpea a los zulianos. Y mucho menos critica la oferta engañosa
que vendió el actual Gobernador sobre la seguridad. Calla que han pasado casi
10 meses de la tenebrosa gestión y los índices delictivos se elevan cada día
¿Habla el aspirante sobre la inseguridad? Pero ni cerca dice algo sobre el
asunto.
Sobre lo que si habla es del manejo de la basura, pero con la
mentira por delante al no reconocer que
el Gobierno regional conspira contra el servicio y que no hace nada para evitar
que algunos irresponsables incendien el relleno. Tampoco dice que en San
Francisco, Libertador y muchos municipios manejados por el Chavismo el problema quizás es más grave.
Promete recursos y más recursos para
Maracaibo, cuando Maduro le ha negado sistemáticamente a Maracaibo un
presupuesto justo y la cancelación de las regalías petroleras retenidas por
PDVSA y que no le hacen daño a Eveling, sino a todos los marabinos. Al igual
que su maestro, es un mentiroso compulsivo.
El 8-D será una dura evaluación al Gobierno
de Maduro y sus candidatos, porque el pueblo recordará el desastre de la
infraestructura, la escasez de alimentos, la inseguridad, la crisis en la
salud, las escuelas que se caen, los apagones y sobre todo la pérdida del poder
adquisitivo. El es el candidato de Maduro y Maracaibo lo sabe.
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