miércoles, 7 de agosto de 2013

Una campaña basada en respeto e ideas



Pablo Pérez

La mesa está servida. Este viernes vence el plazo para la inscripción de los candidatos que participarán en las elecciones municipales del 8 de diciembre, por eso desde esta tribuna me hago eco de lo que escucho a cada rato en la calle: queremos una campaña basada en el respeto.


El país está agotado del discurso de confrontación, insultos y amenazas. Los ciudadanos quieren soluciones a sus problemas, no una cháchara llena de violencia que nada aporta a la tranquilidad y la paz que Venezuela necesita para superar sus enormes dificultades. Sustituyamos el insulto, por las ideas durante ésta y las próximas campañas electorales. 

Los gobernantes por naturaleza somos servidores públicos, nos debemos al pueblo y para ellos trabajamos; por eso es que les recuerdo que una campaña electoral se debe enfocar en propuestas y proyectos que lleven o mejoren la calidad de vida de los ciudadanos porque eso finalmente es lo que a ellos les interesa.

Muy bien lo decía el Padre de la Patria, Simón Bolívar, “la violencia es el arma de los que no tienen razón”, y es por eso que ya es momento de que se deje a un lado esos discursos cargados de ofensas y descalificaciones personales; Venezuela toda nos demanda unidad, progreso, seguridad, empleo, un mejor presente y un atractivo futuro.

El ciudadano está claro en la importancia de las elecciones municipales. Los Alcaldes y concejales son la instancia de gobierno más cercana al pueblo y por eso se deben elegir a los más preparados. Las comunidades nos reclaman eficiencia, creatividad y honestidad para solventar sus problemas.

Por eso nunca he compartido el afán del chavismo por erradicar el poder público municipal, planteando un Estado comunal que sólo nos conduce a etapas superadas en la historia democrática. Volveríamos a los tiempos en los cuales la gente viajaba a Caracas con queso y huevos chimbos para conseguir la atención oficial.

Aquí la lucha es por mejorar la eficiencia de los municipios, no por desaparecerlos. La solución es descentralizar desde el Gobierno central a las Gobernaciones, de estas a los municipios y de allí a las comunidades. Todas las instancias son necesarias.

En el Zulia tenemos los mejores candidatos para las alcaldías y los concejos municipales. Hombres y mujeres que conocen su tierra, que crecieron y se formaron en ella; que conocen y hasta padecen las vicisitudes por las que atraviesan sus coterráneos. No hay paracaidistas, sino hombres conocedores de la realidad popular. No me cabe duda que el 8-D el pueblo depositará en ellos su confianza. 

La batalla es entre los candidatos del progreso y la paz, contra los aspirantes del atraso y la violencia. Son dos visiones distintas de país. De un país agobiado, perseguido y desatendido. Un país con todos los recursos, tanto naturales, materiales y humanos para crecer; pero un país con un mal gobierno.

El 14 de abril el país dio un paso enorme en el camino de la recuperación de la democracia. Este 8 de diciembre hay que seguir avanzando en ese sendero de progreso. El abuso sólo se combate con participación. Si no te activas, le haces el juego a quienes usan el poder no para solucionar tus problemas, sino para atornillarse en él.

El zuliano es muy sabio y seguro estoy que en diciembre rescataremos municipios que han sido sumergidos en la desidia y abandono como si de un castigo se tratara. La unidad democrática superará todas las expectativas el 8-D en el Zulia. Varios municipios regresarán al sendero democrático. No dejes de participar, no dejes de exigir.


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