Para el ex
Gobernador del Zulia y dirigente nacional de la Unidad, Pablo Pérez, la entrega
de súper poderes al Ministro de la Defensa es una clara señal que Maduro está
contra la pared y toma decisiones que no van en sintonía con las soluciones que
requiere la muy grave crisis que vive el país.
Pérez aclaró que no
está de acuerdo con la militarización del Gobierno que Maduro pretende
ejecutar: “En diciembre luego de la victoria de la Unidad, el Presidente
anunció la salida de los militares de la administración pública y hoy despoja
de sus atribuciones y competencias al Vicepresidente para dárselas a un general
¿Quién entiende eso?”.
Sencillamente,
indicó, el tamaño de la crisis sobrepasó la capacidad de respuesta de Maduro y
del PSUV: “El modelo se agotó y ahí están las consecuencias con una escasez
brutal, inflación desbordada, inseguridad disparada y toda una serie de
problemas que vienen causando una profunda decepción en la población”.
Y lo peor, afirmó,
es que el Gobierno pretende jugar a que aquí no pasa nada: “Es una estrategia
perversa y peligrosa porque los problemas tienen acorralados a los venezolanos,
sin importar su tendencia política. O acaso los seguidores del oficialismo
tienen abundancia de alimentos, les alcanzan sus ingresos y la inseguridad no
los toca. Para nada, el desastre toca a toda la población”,
Por eso seguimos
creyendo en el referendo revocatorio como la vía constitucional para cambiar el
modelo y salir de la crisis: “Pero la población debe entender que no es una
pelea fácil y debemos llevarla paso por paso, porque este es un Gobierno que no
respeta la Ley y usa a los poderes públicos para proteger sus intereses. Se
debe dialogar, pero sobre la base de esa consulta, la libertad de los presos
políticos, el rescate institucional y la atención de la
crisis humanitaria”.
No podemos, explicó
Pablo Pérez, aceptar el chantaje del Gobierno con el diálogo: “El revocatorio
es un derecho constitucional que tenemos los venezolanos y no puede el régimen
pretender que para dialogar no lo podemos poner como condición. Si vamos al
diálogo sin condiciones sólo estaríamos perdiendo el tiempo y aquí no hay
tiempo que perder, porque la bomba de tiempo social y económica avanza
rápidamente”.
El país no aguanta
hasta el 2018, puntualizó, porque la decepción de la gente es general: “Aquí
hay un deseo mayoritario de cambio que no puede ser manipulado por el Gobierno,
obviado por sus mediadores y mucho menos condicionado por sus magistrados de la
Sala Constitucional. Cerrar la puerta al revocatorio, es abrir la puerta a un
desenlace no adecuado”.
Sobre la
posibilidad que el CNE convoque las elecciones regionales, Pérez no descartó
las primarias como método de escogencia de los candidatos: “Si no hay un
consenso total en torno a quien sea el abanderado de la Unidad, no se pueden
descartar las primarias como el mecanismo para escoger con base en lo que el
pueblo decida”.
Prensa Pablo Pérez.
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