Pablo Pérez
El trabajo del periodista siempre está expuesto a situaciones difíciles como guerras, desastres naturales y conflictos políticos y hasta étnicos que ponen en riesgo su vida. Pero siempre el periodista sabe salir victorioso de esas duras, pero gratificantes experiencias. Sin embargo, al periodista venezolano le ha tocado jugar un doble rol en su cobertura de la profunda crisis que vive el país.
Un doble rol porque no sólo es periodista, sino ciudadano. Un doble rol porque no sólo le toca decir la verdad sobre la escasez, inflación e inseguridad; sino que además le toca ser víctima de esos problemas que afectan a cualquier persona, porque al final el periodista es uno más de la sociedad, aunque tiene cualidades que lo hacen distinto.
Y tiene que ser distinto porque no sólo le toca sortear el desabastecimiento y los altos precios, sino que le toca entender los problemas en su justa dimensión con el fin de explicarlos al resto de la sociedad, sin importar a quién le moleste que él cumpla con su trabajo. Ese doble papel pudiera marcarlos y hasta condicionar su labor, pero el periodista venezolano ha podido evitar la parcialización y sigue aferrado a su objetivo principal: cumplir con su responsabilidad social con el ciudadano.
Ser periodista en Venezuela es duro, porque debe hacer frente no sólo a los problemas que son parte de la crisis que vive el país, sino que debe enfrentarse con un Gobierno que pretende que nada de lo que ocurre en las calles y hogares de la nación sea conocido. Salir victorioso de eso no es nada sencillo, porque se trata de enfrentar los intereses de un Gobierno mañoso y abusador.
Un Gobierno que usa las leyes para intentar acallar a los medios y periodistas. Un Gobierno que monopoliza la importación de papel para controlar a los diarios. Un Gobierno que desea bloquear cuanto medio digital se le oponga. Ellos no desisten en su interés de construir la hegemonía comunicacional, pero se han topado con un muro infranqueable: los periodistas y medios independientes.
No pudieron con buena parte de los medios y periodistas independientes con atropellos y multas, pero tampoco con la compra de medios de comunicación emblemáticos. Cuando ellos cercan a un medio, salen varios para asumir el mismo rol. Es admirable el esfuerzo hecho por los periodistas venezolanos.
Cuando la historia de esta época trágica para el país termine de escribirse y analizarse, estoy seguro que los periodistas tendrán un espacio importante porque han sido fundamentales para detener la barbarie y además para mostrar la cruel realidad que vive el venezolano en la actualidad. Los periodistas no sólo son corredactores de historia, sino que también son coprotagonistas. Felicitaciones a todos los periodistas por tan noble esfuerzo.
@PabloPerezOf
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