Pablo Pérez
El
gobierno acaba de admitir que la eliminación de los peajes en las carreteras
venezolanas fue un costoso error. Aunque pretendan disfrazarlo como una
“encomienda de gestión” se trata de reconocer tácitamente que Chávez se
equivocó al eliminar el cobro de una tasa para circular en las vías del país,
ya que eso se tradujo en un retroceso grave.
El
entonces Presidente comete ese error principalmente para atacar a las
gobernaciones de Carabobo y Zulia porque habíamos sido pioneros en ese modelo
de descentralización que se tradujo en beneficios para los venezolanos. En el
caso zuliano las vías de comunicación estaban siendo rehabilitadas, pero
Chávez en el 2009 no conforme con haber eliminado los peajes, nos quita el
manejo de las carreteras y eso ocurrió casualmente un día después
que habíamos inaugurado 10 Km más de la Gran Autopista de Occidente
Lara-Zulia. Con ese tramo totalizábamos 30 Km de nueva y moderna vialidad
porque Manuel Rosales había entregado 20 Km inicialmente. Luego con la GNB
nos impidieron continuar con esos trabajos.
Con
la decisión de los peajes se consuma el despojo de la obra y no nos permitieron
seguir avanzando en otros 5 Km de vía y tampoco nos dejaron culminar el
Distribuidor de Ciudad Ojeda. Apenas ahora luego de 5 años de abandono es que
terminan ese enlace vial, mientras por culpa de la falta de mantenimiento se
incrementaron los accidentes y las pérdidas de vidas humanas.
Es
bueno recordar que gran parte del dinero que se recaudaba en los peajes estaba
destinado al mantenimiento y ampliación de las carreteras, además de la
prestación de servicios de atención al viajero y el funcionamiento de la
patrulla de caminos. Todo eso desapareció con la absurda decisión del gobierno
nacional. Las vías fueron abandonadas, el deterioro de apoderó de ellas y la
inseguridad regresó peligrosamente.
Todo
eso por culpa de un capricho que, como muchos que han prevalecido en estos
años de catástrofe nacional, sólo obedecía a razones políticas de quitarle
competencias a los estados y limitar la gestión de los gobernadores, sobre todo
los de oposición. Nunca pensaron en el ciudadano que al final pagó las
consecuencias de la improvisación.
Ahora
Maduro anuncia con bombos y platillos la reactivación de los peajes y su
entrega a las gobernaciones para su administración ¿Se dieron cuenta del error?
No, para nada. Lo hacen empujados por la crisis. Toman esa decisión para
compensar financieramente a las gobernaciones que ante el
déficit actual y los difíciles tiempos por venir verán muy menguados sus
asignaciones presupuestarias.
Lo
hacen porque el gobierno central no tiene, ni tendrá, los recursos para
ocuparse de las carreteras que en todo el país se han convertido en verdaderas
guillotinas, porque los huecos abundan, los reductores de velocidad se han
multiplicado y la inseguridad es una nota permanente.
Con
esta decisión, Maduro confiesa claramente que en estos 15 años han fracasado
principalmente porque actuaron con base en caprichos e intenciones políticas.
No pensaron, ni piensan en el pueblo. Ojala esta medida se traduzca en corto plazo
en mejoras de las carreteras y no sea una vía más para que los vivos se
enriquezcan. Le están regresando algunas competencias a los gobernadores, pero
no la vida de las personas que fallecieron en las carreteras abandonadas y sin
mantenimiento.
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